Equinoccio de Primavera

Equinoccio de Primavera

Mucho se ha hablado acerca del equinoccio. Los datos más antiguos datan incluso, desde los inicios de la humanidad . Se sabe que la naturaleza es un factor determinante en las acciones del hombre , el agua, la tierra , el aire y el sol, son elementos generadores de vida, por ello de una forma u otra, hasta la fecha se les rinde tributo.

Durante este fenómeno, el Sol hace un recorrido eclíptico sobre la Tierra, cruza el Ecuador y pasa del hemisferio sur, al norte, dando lugar a este evento, en el cual, el día y la noche, son iguales en todo el mundo, con una duración de 12 horas cada uno. Equinoccio proviene de la palabra euqus: igual y nox: noche, cada año suceden dos acontecimientos de este tipo: el de primavera y el de otoño, con fechas aproximadas del 21 de marzo y el 20 de septiembre, respectivamente.

Como sabemos, el primer día de primavera, es también el primer día que empieza el primer signo del zodiaco solar, “Aries”, de ahí, que muchos cultos y sociedades esotéricas, como por ej. , los Rosacruces hagan coincidir con el 21 de marzo, el inicio de su calendario, con lo que el año seguiría un proceso natural, tanto en la secuencia estacional, como en la secuencia zodiacal. Lo mismo ocurre con el calendario masónico.

En la Carta Astral, Aries, primero del zodiaco, es un signo de Fuego y Cardinal. cuyo planeta regente es Marte. , este Planeta es enérgico y fortalecedor, y esta energía, si se canaliza positivamente, indica construcción El símbolo de Aries es el carnero. El origen de esta representación está relacionado con la leyenda de Frixo, hijo de Atamante, rey de orcómeno, y de Néfele , quien, en el momento de ser sacrificado junto a su hermana Hele en honor a Zeus, fue salvado por un carnero alado enviado por el dios. Hele cayó al mar, pero Frixo logró llegar al reino Eetes y consagró el carnero a Zeus, quien situó su imagen en el firmamento después de que el vellocino de oro del carnero fuese colgado en un bosque dedicado a Ares, adonde lo iría a buscar Jasón y sus argonautas.

Aries representa la afirmación, la energía, el coraje y el dinamismo. Éste es el símbolo de la fuerza, porque al entrar en este signo el Sol empieza a ser más fuerte y más  caliente. En el alfabeto hermético corresponde al número 8, al mercurio filosófico.

El ocho está formado por dos círculos, que simbolizan, el de arriba la esfera celeste y el de abajo la esfera terrestre. También simboliza que es lo mismo arriba que abajo. La Biblia sentencia que lo que atares en la tierra, será atado en los cielos, y lo que desatares en la tierra, será desatado en los cielos.

Los días que anteceden al equinoccio de primavera, eran considerados en la antigüedad como los días de purificación. Similar es esta actitud, la cuaresma de los cristianos, que se preparan para el sacrificio del Cordero de Dios y celebrar así, la Semana Santa. El cordero es la criatura de una oveja con menos de un año de nacida. Su simbolismo es la pureza, la mansedumbre y la humildad; o sea Jesús, el Hijo del Hombre, que muere cruentamente por nosotros, por nuestra salvación y resucita como Cristo, el Hijo de Dios.

Entre los judíos, la Pascua (equinoccio de primavera) era el tiempo más crítico, por lo que se comían alimentos especiales, entre estos alimentos especiales, tenemos el pan sin levadura o el pan ácimo, en sí, todo este proceso parece apropiado para los días que preceden a la entrada en primavera, puesto que el ayuno es un proceso de limpieza interior en que el cuerpo, al no recibir alimento exterior quema los depósitos sobrante en el intestino almacenado en forma de grasas. Resulta coherente con todo lo expuesto, la idea de depurar el propio organismo con el organismo de la Tierra, antes de empezar un nuevo ciclo biológico.

El equinoccio de primavera está fuertemente relacionado con Cirio, una de las estrellas mayores, la cual emana fuertes emisiones energéticas hacia nuestro planeta. Era celebrado el equinoccio de primavera entre los egipcios (paso, pascua, tránsito), siendo la pascua hebrea un reflejo o transferencia del rito egipcio u oriental, los babilonios también celebraban en este día, el comienzo de las festividades que duraban 11 días en honor a Marduk. Los judíos adoptaron esta fiesta en su celebración más solemne, el Pasaj, que es la liberación del pueblo hebreo de su cautiverio. El cristianismo adoptó también esta fiesta, asimilándola a la Pascua, Resurrección de Jesús, el Cristo, que se celebra posterior a la Luna Llena siguiente al Equinoccio de primavera.

Nosotros celebramos el principio del año civil en enero , pero si la Creación es un Todo, y si el Cirio envía su efluvio de Luz y Energía en el equinoccio de primavera; si la naturaleza se convierte en un hermoso arco iris y los árboles nos regalan el amarillo intenso del cortés, el azul de los jacarandas, el rosado de los porós y las veraneras se tiñen intensamente, adornando las tapias y los faldones de las carreteras de nuestro país y las montañas hermosean el paisaje, creando así un marco divino que nos hace vibrar , sentir y admirar la Obra de Dios, ¿ por qué no nos preparamos con verdadero amor, para iniciar nuestro Año Espiritual?

Si el equinoccio de primavera se da cuando los rayos solares caen directamente sobre el ecuador terrestre, no es porque el sol realiza movimiento alguno, sino porque la tierra se sitúa precisamente para que el efecto se produzca.

Si nosotros nos situáramos en el punto exacto de la luz, en el momento y la hora precisa, no tendríamos sombra, que es la duda y mucho menos oscuridad, que es la ignorancia, el pecado, los vicios, lo inicuo. Situémonos, pues, en el punto de la verticalidad de nuestra conducta, para que el Cirio Pascual nos de su divina Luz, nos guíe por el camino del bien y así nuestra vida tenga su equinoccio de primavera,  para que florezca en nosotros el verdadero Amor, que es el eje en que debemos girar en el devenir de nuestra existencia terrenal, para soportar el crudo invierno de las desavenencias, la desolación de los otoños y la sequedad de los veranos; para alcanzar al fin de nuestra vida, la Eterna Primavera de Dios.

Cumplidas vuestras órdenes, Venerable Maestro, desde la Columna de la Elocuencia, a los cinco días del mes de marzo del 2007, e:. v:.

Q:. H:. Rafael Manzanares Benavides


Nota: El Equinoccio de Primavera se dio en Costa Rica el 21 de marzo