Comunicado del Gran Maestro de Costa Rica

19 de Marzo, 2020

Muy Queridos Hermanos,
En un mundo donde todo parece colapsar, el único recurso estable es la paciencia y la determinación. No debemos sucumbir frente al pánico, el individualismo, ni tampoco frente a los malos presagios. No escuchemos las noticias extravagantes, sabiendo que el pánico nunca ha salvado a nadie de nada.
Solo la calma y sobre todo la Unión nos fortalece. Recordemos que siempre decimos que las mejores cosas llegan a su fin, esto también es verdad para las peores cosas. Procede, entonces, enfrentar lo que está sucediendo juntos, sin temor, sabiendo que los más fuertes protegerán siempre a los más débiles y que es nuestro deber hacer frente a la situación con responsabilidad y acatando las recomendaciones de nuestras autoridades de Salud.
Siendo que el distanciamiento social es recomendable, en estos tiempos de avance tecnológico podemos utilizar las redes sociales y otros medios para acortar ese distanciamiento físico y acoplarlo a un acercamiento por medio de otras alternativas. No utilicemos como excusa el distanciamiento social para abandonar a nuestros hermanos, más bien utilicemos esta oportunidad para llamar a alguien que tal vez hemos tenido en mente, pero que por nuestra cotidianidad no lo hemos hecho. Para reafirmar lazos de fraternidad y de humanidad que con frecuencia y debido a nuestra sociedad ¨de inmediatez¨ olvidamos fomentar. Aprovechemos este tiempo, no para decir que estamos aburridos sino para encontrar formas de acercamiento y apoyo, aunque a la distancia; que sea éste un momento y un espacio para reencontrarnos.
Esta pandemia nos invita a reflexionar que es necesario y posible construir un mundo nuevo. No tomemos el encierro y el confinamiento como un castigo, sino como una oportunidad para finalmente encontrarnos con nosotros mismos y pensar en el futuro. No en un futuro imaginario, sino en un futuro real que hará de nuestro mundo un mundo mejor. Frente a nosotros mismos tomemos consciencia de las cosas realmente importantes y sobre todo de las personas que tanto amamos y que merecen toda nuestra atención cada día.
Este virus, no es un virus externo, ajeno a nosotros, es un virus interno, propio de conductas que provocan agresiones contra la naturaleza, que clama respeto, y que se convierte en este momento en una lámpara que nos ilumina ante una realidad que tantas veces refutamos, qué pequeños y vulnerables somos, por eso, que se nos recuerde actuar con respeto y humildad, no es malo.
Se nos invita a reflexionar, a perseverar, a cambiar, a reconstruir. Esta es la hora de la reconstrucción, no pensemos en lo que perdemos sino en lo que estamos ganando todos juntos, porque los momentos difíciles siempre dejan lecciones y son beneficiosos.
Hermanos míos, cuento con cada uno de ustedes para lograr sobrellevar estos momentos de fuerte angustia, sabiendo que perennemente podrán contar con mi apoyo incondicional. Unidos en una Masonería Universal y siempre con la mirada puesta hacia el futuro, sé que lograremos seguir construyendo la Obra que con tanto amor empezamos.

Philippe Quesada Jassoud / Gran Maestro