Entre los judíos, la Pascua (equinoccio de primavera) era el tiempo más crítico, por lo que se comían alimentos especiales, entre estos alimentos especiales, tenemos el pan sin levadura o el pan ácimo, en sí, todo este proceso parece apropiado para los días que preceden a la entrada en primavera, puesto que el ayuno es un proceso de limpieza interior en que el cuerpo, al no recibir alimento exterior quema los depósitos sobrante en el intestino almacenado en forma de grasas. Resulta coherente con todo lo expuesto, la idea de depurar el propio organismo con el organismo de la Tierra, antes de empezar un nuevo ciclo biológico.
El equinoccio de primavera está fuertemente relacionado con Cirio, una de las estrellas mayores, la cual emana fuertes emisiones energéticas hacia nuestro planeta. Era celebrado el equinoccio de primavera entre los egipcios (paso, pascua, tránsito), siendo la pascua hebrea un reflejo o transferencia del rito egipcio u oriental, los babilonios también celebraban en este día, el comienzo de las festividades que duraban 11 días en honor a Marduk. Los judíos adoptaron esta fiesta en su celebración más solemne, el Pasaj, que es la liberación del pueblo hebreo de su cautiverio. El cristianismo adoptó también esta fiesta, asimilándola a la Pascua, Resurrección de Jesús, el Cristo, que se celebra posterior a la Luna Llena siguiente al Equinoccio de primavera.
Nosotros celebramos el principio del año civil en enero , pero si la Creación es un Todo, y si el Cirio envía su efluvio de Luz y Energía en el equinoccio de primavera; si la naturaleza se convierte en un hermoso arco iris y los árboles nos regalan el amarillo intenso del cortés, el azul de los jacarandas, el rosado de los porós y las veraneras se tiñen intensamente, adornando las tapias y los faldones de las carreteras de nuestro país y las montañas hermosean el paisaje, creando así un marco divino que nos hace vibrar , sentir y admirar la Obra de Dios, ¿ por qué no nos preparamos con verdadero amor, para iniciar nuestro Año Espiritual?
Si el equinoccio de primavera se da cuando los rayos solares caen directamente sobre el ecuador terrestre, no es porque el sol realiza movimiento alguno, sino porque la tierra se sitúa precisamente para que el efecto se produzca.
Si nosotros nos situáramos en el punto exacto de la luz, en el momento y la hora precisa, no tendríamos sombra, que es la duda y mucho menos oscuridad, que es la ignorancia, el pecado, los vicios, lo inicuo. Situémonos, pues, en el punto de la verticalidad de nuestra conducta, para que el Cirio Pascual nos de su divina Luz, nos guíe por el camino del bien y así nuestra vida tenga su equinoccio de primavera, para que florezca en nosotros el verdadero Amor, que es el eje en que debemos girar en el devenir de nuestra existencia terrenal, para soportar el crudo invierno de las desavenencias, la desolación de los otoños y la sequedad de los veranos; para alcanzar al fin de nuestra vida, la Eterna Primavera de Dios.
Cumplidas vuestras órdenes, Venerable Maestro, desde la Columna de la Elocuencia, a los cinco días del mes de marzo del 2007, e:. v:.
Q:. H:. Rafael Manzanares Benavides